EL DADAÍSMO: MARCEL DUCHAMP
El dadaísmo fue un movimiento que cuestionó todo el concepto en diferentes ramas de la cultura, sobre todo en el arte y la literatura, en las primeras décadas del siglo XX, y antes del estallido de la I Guerra Mundial.
El movimiento Dada surgió simultáneamente en Estados Unidos y Suiza, en el año 1916. Su nacimiento, que se establece en el Cabaret Voltaire de Zurich, fue propuesto por Hugo Ball, un escritor de los primeros textos dadaístas, al que posteriormente se le unió Tristan Tzara. Cuando Ball trató de poner nombre a una cantante del cabaret, buscó en un diccionario, apareciendo el nombre de Dada, cuyo significado es el sonido primitivo que dice un niño al hablar, correlacionándolo posteriormente con el arte, empezar de cero, lo que “nuestro arte” posee de nuevo. Desde la capital suiza se extendió hacia Alemania y Francia. Para el año 1923, en París es el movimiento de moda.
El Dadaismo tiene la particularidad de no ser un movimiento de rebeldía contra otra escuela anterior, sino que se funda en un cuestionamiento de todo el marco conceptual del arte y de la literatura de finales del siglo XIX, principios del siglo XX. Su característica principal es la oposición al concepto de razón instaurado por el Positivismo. Los autores adscritos a este movimiento se rebelaron en contra de las convenciones literarias y artísticas, por burlarse del artista burgués y su arte. Al movimiento se unieron artistas de todas las manifestaciones como poetas, escultores, pintores, músicos, cineastas y fotógrafos.
Entre sus reivindicaciones se pueden citar las más importantes:
Los pintores reclaman la intuición irracional y la libertad crea al artista.
El arte se confunde con la vida y la vida se ha de convertir en constante manifestación artística.
Las características comunes de los seguidores Dada son la Rebeldía, la Capacidad de Negación, la Irracionalidad, el Inconformismo y la Subversión contra el orden Preestablecido.
Para los miembros Dadaístas, este era un modus vivendi, hacían presente al otro a través de los gestos y actos dadaístas, acciones que pretendían provocar a través de la expresión de la negación dadaísta. Al cuestionar y retar el canon literario y artístico, el Dadaísmo crea una especie de antiarte moderno, es una provocación abierta al orden establecido.
Por tanto Dada, se presentó como una ideología total, una forma de vida y un rechazo absoluto a la tradición anterior, tanto filosófica, literaria y artística. En una de sus primeras publicaciones tomaron la frase de Descartes “No quiero ni siquiera saber si antes de mí hubo otro hombre”. Llegaron al punto de cuestionar el propio movimiento dadaísta.
Las manifestaciones Dada fueron en contra de la belleza eterna, la eternidad de los principios, las leyes de la lógica, la inmovilidad del pensamiento, la pureza de los conceptos abstractos y contra lo universal en general. Propugnaban la desenfrenada libertad del individuo, la espontaneidad, lo inmediato, actual y aleatorio, la crónica contra la intemporalidad, la contradicción, defensa del caos frente al orden y la imperfección frente a la perfección. De ahí su oposición incluso al modernismo (expresionismo, cubismo, futurismo, abstraccionismo). Su expresión artística roza o van de la mano del escándalo y la provocación, uno de sus lemas es que “las fronteras entre arte y vida deben ser abolidas”.
Entre los seguidores partidarios dadaístas nos encontramos con Alice Baily (1872-1938, pintora y grabadora), Francis Picabia (1879-1953, pintor), Arthur Segal (1875-1944, pintor), Suzanne Duchamp-Crotti (1889-1963, pintura, dibujo, collage), Man Ray (1890-1976, fotógrafo), Sophie Taeuber-Arp (1889-1943, pintura, escultura e instalación), aunque el más notable de todos fue sin duda Marcel Duchamp (1887-1968, pintura escultura).
Máximo exponente del Dadaísmo
Marcel Duchamp (1887-1968). Es el máximo exponente del Dadaísmo. En 1923 tuvo lugar en Nueva York la Exposición Internacional de Arte Moderno, conocida como el Armory Show. En dicha exposición el artista presentó su obra Desnudo descendiendo una escalera, la cual causó buena sensación, la crítica fue positiva en cuanto a la obra, considerándola una obra maestra por el crítico de arte Breton. Otorgó a la vez al artista un reconocimiento internacional.
Duchamp tras esta exposición y otras aportaciones más al mundo del arte, se le denominó como la bestia negra del arte moderno, pasando a la historia como uno de los artistas más enigmáticos e inteligentes. Sobre todo con su obra, una de las más importantes, “La casada desnuda por sus solteros”, la cual está realizada por una multiplicidad de dibujos, pone de manifiesto su preocupación por la corrección matemática en el uso de las formas, las muestra con una precisión matemática, como si de una máquina se tratase. En 1923, esta obra sufrió algunos daños, aceptando el autor que el azar forma parte de lo artístico, por lo que no se alteraría la obra, sino que era en ese momento cuando la daba por terminada.
Sin embargo, su obra más referencial es La Fuente, se trata de un urinario masculino, de porcelana, firmado por R. Mutt, la cual presentó por primera vez en la exposición de Society of Independient Artists, en el año 1917, en Nueva York. En esta convección no existió comité ni jurado que otorgase premio ni distinciones, solo participaban aquellos autores que abonasen el derecho a exponer. Sin embargo, los organizadores decidieron no exponer el objeto de Duchamp, considerado como objeto industrial, y en este caso concreto elevado a la categoría de objeto artístico. Con esta obra, el artista pretendió demostrar la belleza encontrada en un producto industrial, incorporando al mismo nuevos usos no previstos en su función inicial. Tomó el objeto tal cual es, sin realizar ninguna manipulación sobre él, lo colocó para su observación, cambiando la posición, apoyado sobre su parte posterior.
Esta obra creó grandes secuelas en la Historia del Arte, un replanteamiento estético, y un sinfín de interpretaciones posteriori, que aún un siglo después tiene desconcertada a la comunidad de artistas e historiadores del arte. La obra no se conserva en la actualidad, se desconoce el paradero de la misma. Así mismo, Duchamp, en el año 1921 abandonó el arte.